La Universidad de Buenos Aires (UBA) se encontró en el centro de la polémica tras la denuncia presentada por Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández. La denuncia llevó a la institución a cuestionar la continuidad de Fernández como docente en la Facultad de Derecho.
Fernández, quien fue presidente de Argentina entre 2019 y 2023, enfrentó la suspensión de su cargo docente, no solo por la denuncia, sino también porque su curso no alcanzó el número mínimo de inscriptos requerido para el próximo cuatrimestre. Esta situación dejó en pausa su participación en la vida académica de la UBA.
La Facultad de Derecho de la UBA informó que, durante el próximo cuatrimestre, Alberto Fernández no tendría designación vigente debido a la baja cantidad de estudiantes anotados en su curso. Sin embargo, esta decisión coincidió con el momento en que la denuncia de Yañez tomó relevancia, lo que provocó un intenso debate sobre la postura de la universidad.
El caso planteó una serie de preguntas sobre cómo las instituciones académicas manejan las denuncias de acoso, violencia sexual y discriminación de género. La UBA, que tiene un protocolo específico para estas situaciones, se comprometió a «proteger a la comunidad académica» y a «acompañar lo que resuelva la Justicia», indicando su disposición a seguir el desarrollo judicial del caso.
Aunque la suspensión de su curso se debió a factores administrativos, la denuncia reavivó el interés público en la figura de Fernández y su papel en la educación superior. El expresidente no emitió declaraciones públicas al respecto, pero la situación generó expectativas sobre posibles consecuencias para su carrera académica.
