Los investigadores del CONICET denunciaron un recorte significativo por parte del Gobierno, afectando a más de 200 becas postdoctorales que vencerán el 31 de julio. Esto deja a estos becarios sin empleo hasta que se conozcan los resultados de las nuevas becas el próximo año.
Este recorte se suma a otro ocurrido a principios de año, cuando se redujo cerca del 40% de las becas doctorales. Originalmente, se planeaban otorgar 1.200 becas, pero finalmente se concedieron solo 700. Además, para la nueva convocatoria abierta, la cantidad de becas a otorgar se disminuyó de 800 a 500, profundizando la crisis en el ámbito científico.
La situación ha generado un profundo malestar entre los investigadores, quienes consideran que estas medidas representan un golpe duro para la ciencia y la investigación en Argentina. La incertidumbre laboral y la falta de apoyo económico ponen en riesgo no solo la continuidad de los proyectos actuales, sino también el futuro de muchos científicos jóvenes que dependen de estas becas para seguir desarrollando su carrera.