Argentina está en un cambio demográfico sin precedentes: la población joven se achica, mientras que la franja de adultos mayores se expande a gran velocidad.
Las proyecciones oficiales confirmaron un giro profundo en la estructura poblacional argentina. Para el año 2040, se estima que el país contará con alrededor de 4 millones menos de chicos y adolescentes (personas menores de 14 años) de los que existen en la actualidad. Esta reducción se debe a dos factores principales: la sostenida caída en la tasa de nacimientos y la tendencia de las personas a posponer cada vez más la decisión de tener hijos.
