Un arancel inédito y millonario fue cobrado a la Iglesia de Misiones por la Dirección Nacional de Vialidad para permitir la tradicional peregrinación a la Virgen de Loreto, generando indignación en la comunidad católica y críticas públicas.
Por primera vez en 24 años de historia de la peregrinación, la Iglesia tuvo que pagar un arancel al Gobierno Nacional. El monto exigido por Vialidad Nacional fue de $560.000 y se cobró por el «Permiso a Terceros», un arancel que el organismo aplica a actividades que no están directamente relacionadas con el tránsito vial. Esta suma debió ser abonada para que más de 10.000 fieles pudieran transitar por la banquina de la Ruta Nacional 12 para llegar al Santuario de Nuestra Señora de Loreto.
