Un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) modificó por completo la estructura del Gobierno, moviendo áreas clave para centralizar la toma de decisiones y achicar el organigrama estatal.
La medida más resonante es la disolución de la Secretaría de Comunicación y Medios, que ahora queda bajo control directo de la Jefatura de Gabinete, liderada por Manuel Adorni.
Esta transferencia de funciones consolida el rol de Adorni más allá de la vocería diaria. Él mismo lo había anticipado: el formato de comunicación cambiará, asumiendo él la tarea, siguiendo el modelo histórico de los Jefes de Gabinete. El DNU establece que todos los recursos, presupuestos y personal de la Secretaría de Medios quedan transferidos a la Jefatura. Es decir, Adorni suma a su oficina la gestión integral de la comunicación y publicidad oficial.
