Una ola diplomática silenciosa sacudió la ONU: delegados abandonaron el recinto antes del discurso de Netanyahu.
Durante la Asamblea General, decenas de representantes de distintos países optaron por abandonar la sala minutos antes de que el primer ministro israelí hablara. Fue un gesto simbólico, pensado como protesta ante la política y acciones de Israel en Gaza.
Netanyahu finalmente habló en un salón visiblemente vacío. Describió su postura con firmeza y denunció lo que llamó decisiones occidentales “vergonzosas” al reconocer un Estado palestino.
El retiro masivo no sólo habló de un rechazo diplomático: marcó el desgaste político que enfrenta Israel en escenarios internacionales. En medio del conflicto y la presión global, este episodio recalca que la diplomacia también se expresa desde el silencio.