La Amazonía enfrenta amenazas graves por la deforestación y el narcotráfico.
En un evento en Manaos, Brasil, el presidente colombiano Gustavo Petro propuso una solución radical: legalizar la cocaína y erradicar la explotación petrolera en la región.
Petro argumentó que la legalización de la cocaína debilitaría a las mafias que destruyen la selva tropical más grande del mundo. Además, destacó que la humanidad se salva si la Amazonía se salva, y que los combustibles fósiles «nos están matando».
