La Unión Europea aprobó el uso de harina de gusano en pan, pastas y otros productos. Afirman que es una opción nutritiva y sostenible, pero la decisión generó debate entre quienes apoyan la innovación y quienes rechazan los insectos en la comida.
La Unión Europea dio luz verde al uso de harina de gusano en la elaboración de pan, pastas y otros productos alimenticios. La decisión se basa en el alto contenido de proteínas de los insectos y su potencial como alternativa sostenible en la industria alimentaria.
Esta medida es parte de una estrategia más amplia que busca incorporar nuevas fuentes de nutrición en la dieta europea, promoviendo opciones más ecológicas y eficientes. La cría de insectos requiere menos agua y espacio que la ganadería tradicional, lo que la convierte en una alternativa más amigable con el medio ambiente.
