El consumo de energía alcanzó cifras históricas y el gobierno importó más de 1.760 MVh de Brasil para evitar cortes. El sistema local enfrenta una creciente dependencia de energía extranjera.
El aumento de las temperaturas y un consumo energético sin precedentes están poniendo al sistema eléctrico argentino al límite. Este lunes, el consumo alcanzó los 24.500 MVh, mientras que la capacidad disponible era de poco más de 29.000 MVh. Ante la inminencia de un colapso y para evitar cortes, el gobierno de Javier Milei optó por importar energía de países vecinos como Brasil, Bolivia y Paraguay.
De los 1.760 MVh importados, Brasil se convirtió en el mayor proveedor, aportando más del 90% de la energía adquirida. Sin embargo, esta solución temporal pone de manifiesto dos problemas: la creciente dependencia de la energía extranjera y los elevados costos que implica. Mientras que el sistema nacional intenta sostener la demanda, la energía importada resulta significativamente más cara que la que se genera localmente, lo que incrementa la presión sobre el presupuesto estatal.
