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El Papa Francisco criticó las políticas de ajuste en educación, calificándolas como “un suicidio programado de un país”. Además, destacó la importancia de que los jóvenes se opongan y luchen por la educación como derecho fundamental.

El Papa Francisco cuestionó duramente las políticas de ajuste en cultura y educación en una entrevista para Canal Orbe 21. Definió estas medidas como «un suicidio programado de un país» y las calificó de criminales, argumentando que privar a las personas de educación equivale a quitarles un alimento esencial. «La educación es la comida del alma, de la mente y del espíritu», afirmó el pontífice.

El líder de la Iglesia Católica expresó su preocupación por el impacto que estas decisiones tienen, especialmente en la juventud. Francisco señaló que el desarrollo educativo es crucial para que un país forme nuevos cerebros y construya un futuro sostenible. Además, resaltó la importancia de que las universidades impulsen una cultura académica sólida que genere avances significativos en la sociedad.