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Las provincias de La Rioja, Catamarca y Córdoba se enfrentan a una posible amenaza para sus zonas productivas debido a la presencia de poblaciones (mangas) de langostas que podrían ser arrastradas por el viento sur hacia los campos de cultivo. Esta situación se da en medio de una emergencia fitosanitaria nacional declarada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que alertó sobre la rápida movilidad de esta plaga.

El ministerio de Inclusión Digital y Sistemas Productivos ha indicado que las langostas, aunque no representan un riesgo para la salud humana o animal, pueden causar daños significativos a la agricultura. Actualmente, se han identificado poblaciones de langostas en las áreas de La Cébila y Chumbicha, y las condiciones climáticas podrían facilitar su desplazamiento hacia las áreas productivas de las Colonias.

La situación no es nueva, ya que la langosta sudamericana (Schistocerca cancellata) ha sido una presencia constante en el país durante las últimas décadas. En 2020, el ingreso de tres mangas desde Bolivia, Paraguay y Brasil complicó aún más el panorama, estableciéndose en regiones de Catamarca y La Rioja.

La resolución 204/2024 de Senasa, publicada en el Boletín Oficial, establece la obligación de denunciar cualquier avistamiento de estas langostas, lo que demuestra la seriedad con la que se está manejando esta amenaza. Además, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha estado monitoreando el movimiento interprovincial de estas mangas para prever su impacto potencial.