Sammy Teusch, un niño de 10 años en Estados Unidos, se suicidó tras ser víctima de bullying constante. Recibía burlas por sus gafas y dientes, y fue acosado en el colegio y en las redes sociales. Sus padres habían notificado a la escuela sobre el acoso en múltiples ocasiones.
Sammy Teusch, un niño de 10 años, se quitó la vida tras soportar un bullying constante en la Greenfield Intermediate School, Indiana, Estados Unidos. Según sus padres, Sam y Nichole Teusch, Sammy era objeto de burlas por sus gafas y dientes, y fue golpeado en el autobús escolar. Además, era acosado en los baños del colegio y a través de las redes sociales.
A pesar de que los padres notificaron a la escuela sobre el acoso en al menos 20 ocasiones en el último año, aseguran que el personal de la escuela ignoró sus solicitudes de ayuda. La tragedia ha dejado a la familia devastada y ha puesto de relieve la gravedad del bullying y la necesidad de medidas preventivas efectivas.