En una reunión clave en el Centro Cultural Gonzaliano, la Secretaria de Cultura de la Municipalidad de Chilecito, la profesora Aurora Ramírez, junto a todas las agrupaciones challeras del departamento, trazaron los planes para febrero, destacando el viaje a Cosquín y la representación de la provincia de La Rioja. Además, anunciaron un emocionante Encuentro Nacional de Copleros Vidaleros vagualeros challeros para el 2024.
En el corazón de Chilecito, el Centro Cultural Gonzaliano se convirtió en el epicentro de una reunión cargada de entusiasmo y expectativas. La protagonista de la jornada fue la profesora Aurora Ramírez, Secretaria de Cultura de la Municipalidad, quien junto a las agrupaciones challeras del departamento, delineó los próximos pasos que dará la comunidad en febrero.
«Estamos emocionados por lo que se viene. Representar a Chilecito en Cosquín es un honor que asumimos cada año con más compromiso», expresó la profesora Ramírez. «No solo llevamos el nombre de nuestro departamento, sino que también representamos a toda La Rioja, una responsabilidad que llevamos con orgullo desde hace muchos años».
Uno de los puntos destacados en la agenda es la convocatoria a la Junta las chayeras, donde se espera la participación activa de la comunidad. «Queremos que todos se sumen a esta movida, que aquellos que tengan el deseo de tocar una caja de cántar, una Chayo, se unan a nosotros. Las cajas ya están templadas con el calorcito, y la idea es unirnos en un solo mensaje que transmita la esencia de la chaya y los personajes que la componen».
El viaje a Cosquín, que reunirá a aproximadamente 50 personas, es solo el inicio de las festividades. La profesora Ramírez anunció con entusiasmo la realización del Encuentro Nacional de Copleros Vidaleros vagualeros challeros los días 2 y 3 de febrero de 2024 en la ciudad de Chilecito. Este evento coincidirá con el primer domingo de topamiento, prometiendo ser una experiencia única para los amantes de la chaya y los visitantes de otras regiones.
«Queremos que la gente venga a vivir la chaya, a sumarse a esta fiesta ancestral. Estamos preparando algo grande, un desafío que asumimos con la misma pasión con la que se prepara el ramo de albahaca. El mes de febrero se nos queda corto, así que le prestamos algunos días a marzo para que la celebración sea inolvidable», concluyó la profesora Ramírez.